¡Ricky, Chotea!

Querido Ricky:

¡Renunciaste!  Hoy el coquí canta más clarito. Los setenta y ocho pueblos, la diáspora, en fin, el planeta entero te lo agradece.

Como podrás imaginar esto es solo el principio. Reconocemos que nuestra demanda por tu renuncia encapsula razones las cuales van más allá de tu persona. Lamentablemente fuiste la gota que derramó el vaso de maví. Representaste décadas de abuso y engaños. Todos aprendemos tarde o temprano que se puede confiar más en un horóscopo que en las promesas de un político. La confianza en el sistema está más perdida que un juey bizco durante un eclipse solar. Generaciones se han acostumbrado y hasta han normalizado los vicios del gobierno. Las acciones de agencias gubernamentales son tan inverosímiles que parecen títulos de novelas: El Robo, El Fraude, El Nepotismo, Las Palas, Los Sueldos Excesivos, Los Escándalos, El Abuso De Poder y  La Mala Administración. Llamen a Jacobo Morales para el libreto.  

Ricky, te agradecemos tu renuncia pero puedes hacer más por el pueblo. Puedes delatar a tus secuaces o como decimos en el barrio, a chotear se ha dicho. ¡Ricky, ellos te dejaron sólo! Brincaron del barco como si hubiesen llegado unos piratas. Por algo San Juan es uno de los vértices del Triángulo de las Bermudas, pues tus panas te vieron ahogándote y ni siquiera una penca de la palma te brindaron para que no te hundieras en las profundidades del océano de excreta que abombó nuestra dignidad. Ricky, tú tienes información valiosa. Desde que eras conocido simplemente como el hijo del gobernador  hasta tu último día en el poder has sido expuesto a las prácticas nefastas de todas las ramas del gobierno. Escribe un libro como hacen en Estados Unidos, que hasta OJ Simpson lo intentó. Todos erramos, pero son pocos los que pueden beneficiarse de la metida de pata. ¡Así que aprovecha! Espero que ese libro te resulte como a tu tocayo Ricky le resultó Livin’ La Vida Loca. Aunque es tarde para salvaguardar tu legado como líder puertorriqueño, no es tarde para hacer lo correcto y exponer a personajes que han hecho cosas mucho peores que tú y se han salido con las suyas. Personajes que, llaman al pueblo mantenido pero más mantenidos que ellos hay que mandar a hacer otros. Personajes que viven como reyes gracias a la economía del fraude. Delata a las manzanas podridas y revela la pulpa de sus tácticas infames. Tira al medio a los hipócritas cuya única ideología es el poder. Aplica el lema de tu señor padre, “El pueblo habla y yo obedezco”. Lo hiciste una vez, hazlo nuevamente.

La palabra chota tiene una mala connotación. Este caso sería una excepción que el pueblo te agradecería. Chotea al chorro de desfachatados que se han robado hasta los clavos de la ferretería  La Cruz. Este acto te otorgaría la libertad mental que forjaría el camino hacia tu paz emocional. Piensa en el bienestar de tu familia. Asegura el futuro de tus hijos y el de la perrita de Doña Beatriz. Busca de una fuente espiritual legítima como Walter Mercado y no la iglesia con wi-fi a la que fuiste a aparentar.  Ahora, ten cuidado que no vayan a postear el libro como hicieron con los chats. ¡Ricky, Chotea! ¡Ricky, Chotea!

Photo: Wapa TV